En el inicio del cristianismo cuando el Imperio Romano era muy extenso y poderoso, en las tierras que se conquistaban por lo regular se les imponían sus leyes, matando gente, hubo quienes les hacían frente, pero eran derrotados por aquellos conquistadores. Los romanos imponían sus doctrinas y sometían a las personas a sus creencias y su lenguaje, los que no obedecían eran encarcelados y muchas veces condenados a muerte. El imperio era fuerte y lo que mandaba el Emperador se cumplía, en caso de no obedecer era reo de muerte.
Después de que Jesús muriera en la cruz, muchos se convirtieron al cristianismo gracias a los apóstoles que predicaban en las sinagogas. muchos se hicieron bautizar en nombre del Espíritu Santo y se convirtieron al cristianismo, en esos tiempos no era tan fácil como hoy en día que nace un niño y pocos meses después lo bautizan. Cuando Pedro predica en Roma sin que se de cuenta la autoridad, muchos se convierten al cristianismo, pero cuando esto llega a oídos del emperador ordena que todo aquel que predique o se convierta al cristianismo, sea reo de muerte. Esto quiere decir que todo aquel cristiano convertido reniegue a cristo y adore a los dioses de Roma.
Aun que muchos eran encarcelados, flagelados públicamente encadenados, exhibidos en el coliseo romano, sufriendo muertes terribles, nunca renunciaron a la Fe en cristo, aun y cuando dejaban sus familias, fueron martirizados por ordenes del emperador. Una de las mártires fueron Santa Perpetua y Santa Felicitas que ahora gozan del reino con Cristo, sufrieron el martirio en el año 203 en Cartago durante la persecución de Septimio Severo. Hoy en día subsiste una narración digna de Fe, redactada en parte por los mismos confesores de la Fe.
Salieron de la cárcel al anfiteatro, con rostros alegres, dispuestos, temblando de gozo mas que de temor como si entraran ya en el cielo. Perpetua fue la primera en ser arrollada por la vaca bravisima que esa vaca habría sido preparada contra las mujeres y cayo de espaldas, se levanto y viendo a Felicitas en el suelo, se acerco, le tendió la mano y la levanto, quedando ambas de pie. Doblegada la crueldad del pueblo, las volvieron a llevar a la puerta llamada sanavivara. Allí Perpetua fue recibida por un catecúmeno llamado Rustico, que la acompañaba.
Entonces ella como si despertase de un sueño de tal modo había estado en éxtasis comenzo a mirar a su alrededor y ante la estupefacción de todos dijo: ¿cuando nos van a echar a esa vaca a la que no veo por ningún lado? y al decirle que ya lo habían hecho, no lo creía hasta que vio en su cuerpo y su vestido las señales de la vejación sufrida, entonces llamo a su hermano y le dijo lo siguiente: permanecer firmes en la Fe y amaos mutuamente y no os sea motivo de tropiezo nuestro martirio.
Felicitas había entregado su espíritu, muriendo mártir en el ruedo, por aquella vaca, después de esto Saturo y Perpetua fueron llevados al lugar destinado a la decapitación el pueblo pidió que fueran llevados al centro para que sus ojos fueran cómplices del homicidio. Saturo fue el primero en subir y entregar su espíritu, enseguida le tocaría su turno a Perpetua pero el verdugo no acertaba, hasta que ella misma puso su cuello y así entregaría su espíritu al Señor. todos aquellos mártires entraron victoriosos al Reino de los Cielos.
Estos Santo mártires gozan de Dios, aun que todavía habría mas, ellos son algunos, por que todavía faltan los que fueron enviados a los leones, los que fueron muertos con flechas, eran muchos los castigos que se les imponían a los cristianos que iniciaban en la Fe de Cristo y muchos gozaron por tener la bendición del martirio, otra mártir fue Santa Filo mena, que la pretendía el emperador romano, pero ella en la Fe entrego su vida a Jesús, murió mártir.